sábado, 26 de junio de 2010

“Onda tropical con condiciones favorable para desarrollo…”


Onda tropical con condiciones favorable para formarse en HURACÁN
Como saben, me gusta tomar de lo cotidiano para reflexionar. Mi hermosa isla disfruta de un clima especial todo el año, pero al ser un lugar trópico estamos propensos a sufrir los embates de la naturaleza en cuanto a vaguadas, ondas, depresiones, frentes, tormentas y huracanes durante todo el año también. En estos momentos estamos atravesando una semana de frecuentes lluvias, a causa de una onda tropical. Estas ondas han dejado inundaciones y pérdidas materiales. Miraba las noticias, y la meteoróloga decía que otra onda acababa de salir del área de África, que tenía todas las condiciones favorables para formarse en Huracán. Interesantemente, y leyendo sobre este particular, descubro que las ondas tropicales se forman cada 3 ó 4 días sobre las aguas del Atlántico. Ahora bien, siempre dependerá de lo que haya "arriba" y "abajo" en el mapa del tiempo, que esa onda tropical encuentre condiciones favorables para convertirse en Huracán. Para que haya un Huracán, tiene que haber un disturbio atmosférico existente conocido como una onda tropical ó frente de frio, temperaturas oceánicas cálidas, vientos débiles en los niveles altos, y/o sistemas de baja presión. Un Huracán es un sistema grande que puede afectar una amplia zona, requiriendo que se tomen precauciones aún lejos de donde se predice que afectará. La lluvia y vientos característicos de un Huracán traerán como resultado pérdidas cuantiosas.


En este acontecer cotidiano de la naturaleza puedo ver lo que sucede diariamente en nuestras vidas. Permítame mostrarle la analogía con mayor detalle. Ciertamente a nuestras vidas llegan diariamente situaciones por resolver. Unas más pequeñas, otras más complejas. Pero muchas de estas situaciones tienen el "potencial" de convertirse en un Huracán debido a condiciones "pre-existentes". Cuando hay heridas sin sanar, falta de perdón, amargura, raíces de amargura, malos pensamientos, desconfianza, inseguridad, temor, enfermedad, ese problema que ha llegado encontrará "condiciones favorables" para convertirse en un "Huracán" espiritual, emocional y/o físico. Al igual que sucede con el sistema climatológico, el desarrollo de una "tormenta" en tu vida dependerá de lo que haya "arriba" (mente) y "abajo" (corazón).
Por eso la Biblia nos habla de que nuestra mente ("arriba" ) debe renovarse:
Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

 

Pero también la Biblia nos habla de nuestro corazón ("abajo"):
Luk 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Ha escuchado el refrán: "no se ahogue en un vaso de agua"? Seguramente la respuesta es afirmativa. Cuando alguien nos cita ese refrán pretende hacernos ver que una situación fue sacada de proporción, haciéndole más grande de lo que realmente es. Cuantas veces no ha pensado que le dio demasiada importancia a un asunto, a un comentario, a una actitud, que no lo merecía? Probablemente en el momento de lo sucedido se encontraba usted vulnerable, o atravesando otras pruebas, que le llevaron a darle importancia algo que no lo tenía. En otras palabras, se hizo más grande porque había "condiciones pre-existentes" que favorecieron su desarrollo.
Tomemos como ejemplo la depresión. La depresión no surge de la nada y puede comparase con un Huracán por los resultados que causa en la vida del que lo padece. Las causas de la depresión puede ser: Alcoholismo o drogadicción, eventos en la infancia como maltrato o rechazo, estrés crónico, medicamentos como tranquilizantes y antihipertensivos, enfermedades como hipotiroidismo (baja actividad de la tiroides), cáncer o hepatitis, deficiencias nutricionales, entre otros. Lo anterior lo podemos considerar como condiciones pre-existentes que proporcionan una condición favorable para una persona padecer depresión ante la llegada de un problema, situación o adversidad.
A su voz no podemos ignorar que un gran número de personas arrastran un bagaje emocional, que de no sanar, se convierte en condiciones pre-existentes y favorables para desarrollarse situaciones de gran magnitud. Esto puede evitarse, porque como mencionamos, si lo que esta "arriba" (mente) y lo que está "abajo" (corazón), no provee las condiciones favorables de desarrollo, la "onda" (problema) puede "tocar tierra" (vida, hogar, finanzas, enfermedad) sin causar estragos. Si su pensamiento está en Dios, no habrá viento fuerte que le estremezca.
Isa 26:3 Tú guardarás en completa paz
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera,
porque en ti ha confiado.

 
Significa que cuando estamos conectados con Dios y nuestros pensamientos están en El, somos guardados en paz. La paz es el mejor antídoto para la tristeza, carga y depresión. Los buenos pensamientos son como las tormenteras, esto es, que te protegen de los fuertes vientos evitando que entren a tu hogar causando destrucción. Cuando sus pensamientos están en Dios, crean una barrera que impide que entre un pensamiento contrario y cause estragos en tu interior.

 
Psa 125:1 Los que confían en Jehová son como el monte Sión,
que no se mueve, sino que permanece para siempre.

 

Si su corazón está afianzado en Dios, siempre recibirás su oportuno socorro y por consiguiente la victoria.

 

Psa 28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
en él confió mi corazón y fui ayudado,
por lo que se gozó mi corazón. Con mi cántico lo alabaré.

 

Y no haga como el buen puertorriqueño, que espera a que llegue la tormenta para prepararse (con buen humor lo digo). No es en el agua agitada que se aprende a nadar, sino en la calma. Llene su depósito de Dios, para que en los momentos de prueba tenga provisión. Prepare su mente y su corazón, ante la inminente llegada de los problemas. La preparación anticipada y responsable minimizará el daño y en muchos casos, no verá tan siquiera su paso.

 

Sane. Cambie su programación mental, así como nuestro corazón. La mente recibe y procesa lo que luego envía al corazón. Por tanto, renueve y llena su mente de Dios, para que en su corazón abunde el amor, el perdón, la reconciliación, y la libertad de modo que no se halle condiciones favorables para el desarrollo de una tormenta espiritual, emocional o física en su vida.

 


 

Pastora Mayra Ramos
Casa de Restauración "EL HABRIT"
Calle Luna 70, esquina de la Cruz
San Germán PR 00683

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