miércoles, 28 de abril de 2010

“SI ES TU VOLUNTAD QUE SANE”

"SI ES TU VOLUNTAD QUE SANE"

Constantemente he recibido peticiones de oración orales y escritas sobre la necesidad de oración por enfermedad ya sea propia o de familiares, vecinos o amigos. Interesantemente es frecuente escuchar que dentro de la petición se escucha la condición "si es la voluntad de Dios que sane". En otras palabras, se esta presumiendo que posiblemente esa enfermedad tiene algún "propósito divino", "razón u motivo" para estar allí.

"Si es tu voluntad que sane". Para orar conforme a la voluntad de Dios, hay que conocerla. Entonces no se ora "preguntando" o dudando de la voluntad de Dios, sino conociéndola, y hablando conforme a ella con conocimiento y autoridad.

Conociendo la Voluntad de Dios en cuanto a la Sanidad Divina

En el Antiguo Testamento, bajo los diferentes pactos que Dios estableció con personas especificas y la nación de Israel vemos que se manifestó como Jehová Rapha (Mi Sanador) [Exodo15:26]. Con el pueblo de Israel mantuvo un pacto de sanidad divina.


 

Psa 105:37 Los sacó con plata y oro

y no hubo en sus tribus enfermo.


 

En el sacrificio de la cruz, en la redención, nos dio sanidad espiritual y física. Perdonó nuestros pecados (salvación y sanidad espiritual) y sanó nuestras enfermedades (emocional y físico). Las Escrituras siguen revelándonos la voluntad de Dios en cuanto a la enfermedad. Dios quiere y puede sanarnos. Esa es su voluntad.

Salmos 103:3 Él es quien perdona todas tus maldades,

el que sana todas tus dolencias,


 

Isa 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades

y sufrió nuestros dolores,

¡pero nosotros lo tuvimos por azotado,

como herido y afligido por Dios!

Isa 53:5 Mas él fue herido por nuestras rebeliones,

molido por nuestros pecados.

Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo,

y por sus llagas fuimos nosotros curados

Durante el ministerio de Jesucristo, quedó mas que claro y evidenciado la voluntad de Dios para el ser humano, en cuanto a la sanidad divina.

Mat 9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.


 

Dios dones de sanidades a su iglesia:

1Co 12:9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.


 

Orar por los enfermos y que sean SANADOS es parte de la comisión y las buenas nuevas nuevas: evangelio de Jesucristo.

Mar 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Mar 16:16
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Mar 16:17
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

Mar 16:18
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.


 

En el verso 18 podemos apreciar que la sanidad no es condicional, sino causa y efecto de la oración de fe, manifestación de poder de un creyente que ha sido comisionado por Dios a orar por un enfermo ya sea en un hospital, a un hogar, a cualquier lugar. No hay porque conformarse con menos. La sanidad divina es parte de las buenas nuevas, del evangelio completo de Jesucristo.

Porque hoy vemos mas enfermedad que sanidades? Ha cambiado Jesucristo? Ha cambiado la voluntad de Dios?

No, no ha cambiado. Tristemente observamos sele hace mas fácil a un inconverso recibir Sanidad Divina que para un creyente! El inconverso no tiene un bagaje doctrinal que le impida recibir la sanidad divina. El inconverso que NO conoce a Dios, solo mira su cuerpo y ve que esta enfermo, y que quiere ser sano, se le presenta la oportunidad de acudir a Dios, quien mira su FE y lo sana sin obstáculos. No obstante, hoy podemos observar como muchos creyentes son tocados por enfermedades pero tienen un bagaje doctrinal que lo lleva a pensar antes de orar, y luego no sabe si debe orar por sanidad porque le han ensenado que pudiera estar atentando contra la voluntad de Dios, que la enfermedad pudiera estar alli para ensenarle/mostrarle algo, o para castigarle por algo; luego de eso comienza a meditar que hay una posibilidad de que Dios no quiera sanarlo ahora y por eso debe resignarse y conformarse hasta que Dios se la quite, por lo que en muchas ocasiones termina decidiendo no orar por sanidad pues la misma estará en su cuerpo "hasta que Dios quiera" ó la tan escuchada expresión: "si es su voluntad que sane". Se le ha ensenado a muchos creyentes a orar MAL. No hay tal oración en las Escrituras que diga: "si es tu voluntad que sane". Y eso es lo que se ha venido ensenado! Por eso vemos tantos creyentes enfermos que NO sanan. Vemos más enfermedad en lugar de ver más milagros de sanidad.

Dice las Escrituras:

Mat 7:7 "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá,
Mat 7:8 porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Mat 7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
Mat 7:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
Mat 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Entonces un creyente que pide, esta sujeto a recibir satisfactoriamente aquello por lo cual ha orado. Es la sanidad buena? Si! Entonces pídala, y recíbala!

Dice también las Escrituras:

Jas 5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia para que oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor.
Jas 5:15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.

Santiago instruye a que si alguno se encuentra enfermo, se haga oración. NO hay base bíblica para pensar que la oración se realiza en espera de NO ser respondida. Toda oración tiene como premisa y propósito que ha de ser respondida satisfactoriamente para el que pide. Santiago nunca dijo " Oren a ver si es la voluntad de Dios sanar o ver si responde". Santiago fue firme y enfático, cuando hablo de la sanidad, no solo dijo que se salvara, sino que levantara al enfermo de su enfermedad, y si hubiese cometido algún pecado, le seria perdonado.

Quiero llevarle a meditar en estas palabras, a ser mas agresivo en su oración respecto a la sanidad, a no conformarse con una enfermedad que no debe estar allí y que definitivamente no es la voluntad de Dios que esté manifestándose en su cuerpo. Pida conforme a la voluntad de Dios, la cual siempre será buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2). Para ello deberá conocer la voluntad de Dios escrita en La Palabra, para que siempre pueda declarar la misma palabra sin claudicar y sin cambiar de opinión por lo que siente su cuerpo o por lo que sus ojos ven. La voluntad de Dios no cambia, es la misma siempre. Pida con fe no dudando nada (Santiago 1:6-7).

No ore mas declarando "Si es tu voluntad que sane" sino que ore con firmeza y conocimiento de la voluntad de Dios, esto es que por Sus llagas usted ha sido sanado, que es la voluntad de Dios la Sanidad, que Dios ha provisto sanidad para su cuerpo, que usted queda libre (desatado) de toda opresión, enfermedad y dolencia, que usted queda libre de toda atadura; ordene toda enfermedad a soltar su cuerpo, ore-declare que queda interrumpido todo desarrollo de virus o bacteria, y ate su cuerpo, reciba y abrace la sanidad divina del Padre en el nombre de Jesús".


 

Reciba sanidad en el nombre de Jesucristo! Amen!


 

©2010 Pastora Mayra Ramos

Ministerio MUJERES DE RESTAURACION Y PACTO

Casa de Restauracion EL HABRIT

Calle Luna 70 San German PR 00683

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