lunes, 1 de marzo de 2010


Profecías y profetas
Vigencia y relevancia en la vida de la iglesia

 

© 2010 Pastor Marcos A. Colón Octaviani
Casa de Restauración 'El Habrit'
San Germán, Puerto Rico

 

Introducción


 

    La iglesia como el Cuerpo de Cristo crece continua y progresivamente. Para que ese crecimiento sea un verdadero proceso de maduración y desarrollo la iglesia tiene que funcionar como Cristo la diseñó. Las Escrituras nos muestran claramente cual es las formas correctas de la iglesia trabajar y conducirse. No es lo mismo crecimiento numérico y financiero que desarrollo espiritual. En una congregación puede crecer en personas y recursos y quedarse enana o deforme espiritualmente. Para esto Cristo estableció dones y ministerios de modo que la iglesia sea edificada espiritualmente.
Efesios 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
    Efesios 4:11 nos muestra los dones ministeriales dados a la iglesia para el perfeccionamiento y desarrollo de la misma. Estos son los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Entendemos la importancia e interdependencia entre cada uno de estos ministerios. Cuando estos 5 dones ministeriales se desatan en la iglesia se manifiesta el poder y la presencia de Dios en cada dimensión y actividad de la iglesia. No obstante en este artículo se pretende hablar específicamente de la profecía y los profetas en medio del Cuerpo de Cristo. No porque sea mas importante que el resto de los ministerios (creemos que los 5 ministerios son igual de importantes), sino porque existe mucha desinformación referente al aspecto profético. Además existen quienes con o sin comisión de Dios ejercen en lo profético a fuera de tiempo o por las razones equivocadas. Esto es un asunto que requiere atención debido a que cuando se profiere un mensaje profético se habla de parte del mismo Dios. Las consecuencias de adjudicarle procedencia divina a un mensaje que no la tiene son graves. Sobre lo anterior expondremos con mayor detalle en artículos posteriores. Por el momento lo mencionamos para resaltar la importancia de que todo lo referente a lo profético sea enseñado en la iglesia de manera bíblica y balanceada.

    Personalmente fui victima de la falta de enseñanza sobre lo profético en la congregación. Me crié desde pequeño en una iglesia muy buena donde aprendí mucho de las Escrituras y la vida cristiana. No obstante el aspecto profético no era parte de las enseñanzas ni prácticas de la iglesia. Cuando comencé a cursar estudios universitarios tuve la oportunidad de compartir con grupos interdenominacionales y recibir ministración de personas de diversas corrientes cristianas. En ese transcurso recibí muchas palabras de profecía personal las cuales por falta de enseñanza en esa área no pude entender ni disfrutar en ese momento. En un momento mi falta de comprensión de lo que estaba sucediendo me llevó a la frustración y al escepticismo referente a las palabras proféticas. Con el tiempo y el estudio de las Escrituras, Dios ha trabajado conmigo de manera que ahora puedo mirar atrás y comprender que el problema no eran las palabras proféticas sino mí falta de conocimiento los que me llevaron a ese punto. Mi experiencia personal es una de las razones principales por las cuales siento la carga de enseñar a la luz de la Palabra sobre este tema tan importante para el creyente y la iglesia. Adicional a esto en nuestra experiencia pastoral hemos tenido que aconsejar a muchas personas que han recibido profecía personal y esto les ha traído confusión. La profecía personal debe ser para bendición y dirección del creyente. La falta de conocimiento retrasa la bendición y el cumplimiento que trae la palabra profética.
Deseo establecer que el don y ministerio profético son vigentes hoy día.
  • El don se puede manifestar en cualquier cristiano a quien el Espíritu Santo se lo dé (1 Cor 12:11; 14:5).
1 Corintios 12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
1 Corintios 14:5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
  • No obstante el ministerio de profeta (Efesios 3:5; 4:11; 1 Corintios 12:28) es un llamado dado por Dios a personas especificas para que desempeñen el oficio profético.

Efesios 3:5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:

Efesios 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
1Corintios 12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?

 

 
Algunas corrientes del cristianismo no creen que ni el don, ni el ministerio profético sean vigentes hoy. La Biblia habla claramente sobre el don y ministerio profético. En ninguna parte habla de que lo profético haya cesado o sido derogado por Dios. En Efesios 4:13 nos habla que los 5 ministerios han sido constituidos hasta que la iglesia se desarrolle plenamente.
Algunos teólogos exponen que cuando el Nuevo Testamento habla de profetizar se refiere a la proclamación de la Palabra a través de la predicación. Ciertamente existen predicaciones de carácter profético, pero la profecía no es solamente predicar. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento se refiere al profeta como alguien visionario, un vidente de eventos futuros o quien posee una revelación de Dios. La profecía es un mensaje de Dios transmitido por un profeta. Un profeta puede recibir el mensaje de Dios de distintas maneras como sueños, visiones, voz audible, lo reciben en el corazón, etc. No encuentro razones bíblicas o teológicas sostenible por la cual hombres y mujeres del pasado pudieron tener revelación directa de Dios y hoy en su iglesia compuesta de gente llena del Espíritu, no. Mucho menos cuando la Palabra nos habla de que el derramamiento del Espíritu traería visiones, sueños y profecías (Joel 2:28; Hechos 2:17-18). Si entiendo el celo por la Palabra de Dios en forma escrita la cual hoy llamamos Biblia. Ese celo ha llevado muchos a afirmar que no hay más revelación que las Escrituras y que por eso no hay tal cosa como profecía dado que el canon está cerrado. Tenemos también gran celo por la revelación de las Escrituras. También consideramos el canon cerrado. No obstante todavía creemos que Dios habla al creyente de otras formas y que ninguna palabra o revelación profética verdadera puede contradecir lo que dice las Escrituras. Dios no se contradice a si mismo. Las mismas Escrituras nos exhortan a no rechazar las profecías sino a examinarlas.
1Tesalonicenses 5:20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno.
La profecía es de tal importancia para la vida de la iglesia que el Apóstol Pablo exhorta que los creyentes de la iglesia de Corinto anhelen profetizar (1 Corintios 14:5,39).
1 Corintios 14:5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación. (…)39 Así que, hermanos, procurad
profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;
Esto es porque la profecía cumple con unas funciones muy importantes en el Cuerpo de Cristo. Entre ellas podemos mencionar:
  1. Edificación (1 Corintios 14:3-4) – Palabras para restauración, crecimiento y maduración del creyente.
  2. Exhortación (1 Corintios 14:3) – Motivación, infundir aliento, corrección y amonestación en amor.
  3. Consolación (1 Corintios 14:3) – Impartir paz y sosiego en momentos de angustia , dificultad y/o persecución.

     

    1Corintios 14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.

     
  4. Impartición de dones y ministerios - 1 Timoteo 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

     
  5. Comisionar y enviar ministros - Hechos 13:1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. 3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. 4 Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

     
Una iglesia que pone en practica el don de profecía y recibe o tiene profetas en su medio recibe gran bendición a causa de la Palabra y poder de Dios manifestado. El fluir de la palabra profética tiene la capacidad de traer crecimiento y multiplicación en todas las áreas de la vida del Cuerpo de Cristo. Además el modelo del Nuevo Testamento para comisionar ministros se basa en la dirección del Espíritu Santo y la impartición profética por la imposición de manos. Cuando se obra en el orden de Dios los ministerios andan en sujeción y con capacitación espiritual. Cuando se escogen líderes y ministros en base a estudios, por elección democrática o basándose en reglamentos humanos el ministerio y/o la congregación esta expuesta a la posibilidad sufrir problemas en el liderato, estancamiento, disensiones y divisiones.
De forma breve hemos establecido la vigencia e importancia del ministerio profético en la iglesia. No hemos pretendido ser exhaustivos reconociendo la amplitud del tema. Entendemos que la enseñanza y la discusión de este tema son fundamentales para afianzar al Cuerpo de Cristo en su voluntad con el ministerio profético. Dios en su amor quiere comunicarse con sus hijos y una de las maneras importantes es el mensaje profético. Exponemos estas verdades con la fe de que le ayuden a reflexionar sea que usted no crea o tenga dudas al respecto de la profecía. De la misma manera los que ya creen y tienen esta convicción de la necesidad e importancia de que se levante una Iglesia Profética siga escudriñando las Escrituras a este respecto y profundizando su conocimiento sobre la profecía de manera que pueda compartirlo con otros creyentes que enfrentan duda y escepticismo referente al mover de Dios en la unción profética.

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