martes, 22 de marzo de 2011

PREVALECIENDO ANTE LA CRISIS

Prevaleciendo ante la crisis
(Notas de predicación del domingo 20 de marzo de 2011)

 
© 2011 Pastor Marcos A. Colón Octaviani
Casa de Restauración 'El Habrit'
San Germán, Puerto Rico
http://www.elhabrit.com

 

Introducción

El mundo experimenta tiempos difíciles en muchos aspectos. La economía esta afectada a nivel mundial. Lo vemos en el alto nivel de desempleo, la competitividad laboral, el aumento del costo de vida. Las familias viven dividas, los padres no aplican principios de vida correctos para administrar sus hogares, mantener sus matrimonios estables y criar a sus hijos de manera correcta. Muchos andan en una carrera cumpliendo sus deseos personales a costa de no pasar tiempo de calidad con su familia. Luego se lamentan de que sus hijos tienen problemas en la escuela, problemas académicos, problemas de relaciones con amistades y noviazgos prematuros que terminan en embarazos. Niños y jóvenes que van creciendo con problemas de autoestima y conducta. Luego en algunos casos quieren que un psicólogo arregle lo que ellos mismo crearon por no saber sembrar correctamente dedicación, esfuerzo y amor en el corazón de sus hijos. No que acudir al profesional sea algo malo, no obstante primero hay que preguntarse que patrones mentales, prácticas y hábitos en la crianza fueron los que en alguna manera hayan podido contribuir a ese problema. 

El sistema de mundo que vivimos hoy provee múltiples distracciones y factores de stress sobre la vida diaria. Todas las cosas cambian rápida y constantemente lo que hace cada vez más retante la adaptación al entorno del ambiente social. Todo estos factores contribuyen a la desintegración social, donde se ve tantos problemas de criminalidad, maltrato, problemas de salud mental, adicciones. A nivel mundial vemos guerras, corrupción, problemas ambientales, injusticia, opresión y desigualdad.




Cuando se configuran todas esas situaciones y se aglomeran en un momento del tiempo, se le conoce como crisis. Cuando el mundo se percibe desestabilizado y desfallece la esperanza se usa la palabra crisis. Crisis es una palabra que se esta usando mucho en los últimos años a nivel mundial por distintas situaciones pero especialmente por lo económico. La palabra crisis tiene diferentes significados:
  • Cambios de gran magnitud
  • Momento de decisiones importantes (vida o muerte/prosperidad o quiebra)
  • Incertidumbre (continuamos modificando o nos detenemos)
  • Carencia, escasez
  • Situación difícil
En fin la crisis existe y a cada persona le puede llegar su momento de crisis. Existe diferencia en como se experimenta la crisis y los resultados de la misma. Para muchos la crisis es significado de problemas para otros es significado de oportunidades, de desarrollo. El creyente no esta exento de crisis, no obstante Dios diseño al creyente para sobreponerse a la crisis y salir del momento de crisis con mayor con mayor conocimiento, sabiduría y fortaleza. Las experiencias de la vida buenas y malas son las que nos permiten crecer y disfrutar nuestra plenitud de vida.
La pregunta no es si pasaremos por momentos de crisis sino como nos preparamos para ese momento. No tan solamente los momentos de crisis personales sino como Cuerpo de Cristo como prevalecemos antes la crisis que experimenta el mundo en general.
2Ti 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

 
Nuestro espíritu ha sido renovado y es un espíritu superior no es un espíritu de cobardía (timidez). Nuestro espíritu está hecho para superar el miedo. El miedo es lo contrario a la fe. Sin fe es imposible agradar a Dios. Es imposible porque el que no tiene fe, anda en duda, en miedo, en cobardía y eso le impide consumar el propósito de Dios en su vida. En cambio se nos ha dado un espíritu con las capacidades, potencialidades y cualidades para poder consumar el propósito de Dios en nuestras vidas a pesar de la crisis.
Espíritu de poder – el dunamis de Dios, es el poder para hacer las cosas que no podríamos hacer con nuestras fuerzas naturales humanas. Es el poder, la virtud y la autoridad que desarrolla quien anda regido por el Espíritu de Dios. Conscientes de este poder se puede prevalecer y gobernar en medio de cualquier crisis.
Espíritu de amor – ágape. No se trata de sentimientos sino de carácter. El amor(ágape) no se deja llevar por las emociones. Se trata de hacer lo correcto bajo cualquier circunstancia. En medio de las crisis guiados por el amor en nosotros, tomamos decisiones acertadas. Cuando actuamos en amor cumplimos la voluntad de Dios y producimos efectos positivos permanentes en nuestro prójimo.
Espíritu de Dominio propio (sofronismos)- Autodisciplina, Autocontrol, Buen Juicio. El dominio propio nos lleva a vivir preparados para afrontar la tormenta sin desesperar. El dominio propio nos refrena de actuar según la carne. En dominio propio creamos patrones mentales y hábitos correctos. Actuamos basados en principios establecidos en nuestro interior y no por impulsividad o por lo que dicta el momento o las emociones. La crisis no cambia nuestra aplicación de principios cuando actuamos en base al dominio propio.

 
Vivir la vida plena que Cristo nos ha dado requiere de nosotros vivir basados en principios, ejercer discernimiento y tomar decisiones correctas.

 
Principios de vida – Los principios de vida son provistos por la Palabra de Dios y por Su Espíritu en nosotros. El problema es que en muchas ocasiones fallamos no porque no conocemos los principios que nos ayudan a triunfar, sino porque no los aplicamos. Muchos saben y dicen que su familia tiene alta prioridad y mientras tienen tiempo disponible así lo hacen, pero cuando viene una oportunidad de estudios comienzan a estudiar sin dejar su trabajo y se quedan sin tiempo para su familia. En otros casos desean tener mayor ingreso y comienzan a trabajar otro empleo adicional. Una crisis, un deseo o una oportunidad (como le queramos llamar) causo que la persona violará el principio de la prioridad que tiene la familia. Luego se cosechan los resultados. Posiblemente se escaló una posición, se logró una meta o se progreso económicamente pero a la misma vez se perdió tiempo vital del desarrollo de la relación de pareja y la paterno-filial. Así por el estilo como en el ejemplo anterior muchos valores y principios de vida como la perseverancia, la honestidad, la responsabilidad personal, la espiritualidad, la sinceridad, entre otros son negociados en momentos de crisis. Se negocia lo correcto en intercambio por lo que nos parece bueno en el momento. Recordemos que el árbol de la ciencia del bien y del mal parecía bueno para comer pero comerlo era desobediencia. Algo que es bueno pero esta fuera de tiempo o de ley deja de ser lo correcto.

 
Discernimiento – discernimiento es la capacidad de elegir correctamente. No tan solo me estoy refiriendo al don de discernimiento de espíritus, sino también discernimiento mental a ese sentido o intuición que adquirimos por aprendizaje de la vida que nos permiten saber con quien relacionarnos, que negocios o proyectos emprender en la vida; saber que es engañoso y que es verdadero. Nuestro discernimiento nos asiste para obedecer a Dios y a su Palabra. Cuando tenemos nuestra vida espiritual en orden nuestra relación con Dios nos provee discernimiento para distintos aéreas de nuestras vidas. El discernimiento nos ayuda a desechar mentalidades que se oponen al mover de Dios. En ocasiones se obtienen resultados negativos de nuestras acciones simple y sencillamente porque no hemos discernido el patrón mental o argumento que guían las decisiones. Hay que llevar todo pensamiento cautivo a Cristo. En la mayoría de las ocasiones la culpa del fracaso está dentro de usted mismo. La tendencia humana es a responsabilizar a otros. Pero si ejercitas discernimiento te darás cuenta que son los patrones mentales propios los que te detienen en el proceso y luego quieres orar para que Dios arregle algo que solo te toca a ti. No existe vigilia de oración, ni periodo de ayuno que nos exima de nuestra responsabilidad personal de ejercer discernimiento y cumplir con nuestra encomienda en Dios.
Toma de decisiones – Basados en los puntos antes mencionados -- los principios de vida y el discernimiento -- podemos tomar decisiones acertadas para prevalecer y triunfar en medio de la crisis. Dios nos dio libre albedrío para elegir entre lo bueno y lo malo; lo correcto o lo incorrecto. El punto donde te encuentras hoy es entre muchas cosas la suma de cada decisión que ha has tomado hasta este día. Mientras más responsabilidad personal tomas por tus decisiones y el resultado de las mismas más control y dominio ejerces sobre tu destino. Cuando andas buscando otros culpables (crianza, la sociedad, la economía, el gobierno, el vecino, el jefe, el cónyuge, los hijos, el diablo o Dios) te niegas a ti mismo el privilegio de crecer, de transformar tu entendimiento y de tener éxito. En medio del mundo acelerado y en crisis que vivimos no te puedes dar el lujo de seguir tomando decisiones erróneas que no tan solo no te afectan a ti sino que afectan a tu familia y a tu prójimo.

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