miércoles, 21 de julio de 2010

“Dime lo que ingieres y te diré de que enfermarás”


"Dime lo que ingieres y te diré de que enfermarás"

 

Quiero compartir con ustedes de esta necesaria reflexión.
Recuerdo una ocasión, siendo soltera, fui al mecánico para que le cambiara el aceite al auto. Yo había comprado unos aceites al auto, y el mecánico me dijo: "espero que no le estés echando ese aceite al auto, porque no es el que lleva." Le pregunté porqué. El mecánico con paciencia me explicó que echar un aceite inadecuado (ya sea porque es más barato, ó porque no es el correcto) al auto en lugar de ser beneficioso puede hasta dañarlo. Me explicó que echar el aceite adecuado logrará el máximo y mayor rendimiento del auto.

 

Ayer mientras caminaba, recordaba esa anécdota y Dios me ministraba sobre la importancia de cuidar nuestro cuerpo. Cuantas veces ingerimos bebidas ó alimentos que sabemos que son perjudiciales para nuestra salud y aun así decidimos ingerirlas?


 

Compartía con una señora el domingo en la mañana donde ella me comentaba que uno de sus hijos está asustado porque por mucho tiempo ha ingerido alcohol, ya que comenzó a tomar en su adolescencia, pero de unas semanas atrás hacia el presente estuvo sintiendo unos síntomas raros, donde su primera visita al médico ya le advirtió sobre posibles problemas de salud en el páncreas, hígado y/o riñones. Me preguntaba donde esta nuestro sentido común, pensando que podemos maltratar nuestro cuerpo por años "echándole" líquidos y/ó comidas inadecuadas, y sorprendernos cuando obtenemos consecuencias negativas. He escuchado a varias personas que admiten sin temor que no toman agua. Sus cuerpos solo reciben jugos, gaseosas (sodas) , o cualquier otro liquido azucarado. No debe sorprenderles la posibilidad de un diagnóstico de diabetes ó de piedra en el riñon como tantas personas han experimentado. Esto puede evitarse si tan solo nos cuidaramos màs.

 

Tengo la buena costumbre (si así puede llamarse) que siempre que alguien me comparte que ha sido diagnosticado por una enfermedad, además de orar por sanidad, busco información por Internet sobre la enfermedad, para ver su procedencia, causas, síntomas, recomendaciones, etc. Me llama la atención que un gran número de las enfermedades que se desarrollan en el cuerpo del ser humano pueden ser genéticas/hereditarias, mientras que otras vienen como resultado de falta de sueño, mala alimentación, estrés, descuidos, negligencia y/o falta de ejercicio (actividad). Desde la niñez, los padres deben ocuparse de una buena alimentación a sus niños. He visto con tristeza como a niños de meses les dan café y/o refrescos carbonatados (sodas, gaseosas) en su biberón. Se les da dulces (azúcar) y otros alimentos que en nada contribuyen a la nutrición y/o desarrollo. No se les enseña comer saludablemente. Por otro lado, cuando se llega a la juventud y a la adultez algunos comienzan a abusar o descuidar esa área. Se come a "des-horas", se saltan periodos de alimentos necesarios como el desayuno, almuerzo ó cena. La juventud tiene mucha energía y por eso en ocasiones sienten que pueden dormir 6 horas o menos sin consecuencias. Todo esto es un error que el cuerpo va acumulando, y luego "explotando" en nefastas consecuencias.

 

También presencié como adultos (y me incluyo) abusamos de nuestro cuerpo sobrecargándolo de trabajo y preocupaciones. Trabajé en varias fábricas y veía como muchos adultos se rehusaban a usar equipo de protección, seguir las reglas de seguridad, y hasta forzar su cuerpo a hacer trabajos forzosos, que requerían de maquinario ó de varias personas, trayendo como resultado espaldas, discos, musculos o huesos lastimados y hasta fracturados. Algunos de ellos terminaron usando un bastón para caminar. Pudo prevenirse? Estoy segura que concordarán conmigo en que efecto sí pudo prevenirse con tal solo cuidarse.

 

Pero volviendo al tema, comienza por tomar decisiones saludables. Ve a tu alacena, a tu refrigerador, y evalúa que estás depositando en tu cuerpo. Reduce el azúcar, desecha las gaseosas y comienza por tomar agua! Elimina la ADICCIÓN a los dulces, come frutas, vegetales, usa vitaminas. Camina, trota, corre bicicleta ó simplemente escoge un ejercicio que te agrade. Evita las grasas. Existen excelentes alternativas (vapor, horno, parilla) que eliminan las grasas de las carnes. No comas desmesuradamente. Mantén un ritmo, un horario, una consistencia. Duerme lo suficiente, y descansa.

 

Esta reflexión solo persigue que meditemos en lo que hacemos, y hagamos los cambios necesarios para mejor. Después de todo, el cuerpo es más importante que un auto. Y si bien el automóvil es necesario para movernos cuánto mas lo es el cuerpo para poder ser de utilidad y eficiencia a los nuestros? Si un hijo enferma, no seremos capaz de hacer todo lo que esté a nuestro alcance, desechar, modificar, para brindarle lo mejor? Porque esperar a que llegue una enfermedad si se puede prevenir? Hágalo por usted, hágalo por los suyos. El primer mandamiento es: "amarás a tu prójimo como a TI MISMO" Lev. 19:18. Cuidarte, no es otra cosa que AMARTE. Los resultados no se harán esperar, te sentirás mejor, vivirás mejor. Parte de nuestras responsabilidades como ser humano, y creyente es ser buenos administradores de todo nuestros recursos incluyendo nuestro cuerpo.

 

En Cristo,

 

Pastora Mayra Ramos
Casa de Restauración EL HABRIT
Mujeres de Restauración y Pacto
San Germán PR 00683
Mujeres de Restauración y Pacto
San Germán PR 00683

No hay comentarios:

Busqueda

Google

Predica: Cambios (Pastora Mayra Ramos)

"Enamorame" - Jesus Adrian Romero y Abel Zavala

"Quiero Adorar" - Rene Gonzalez

"Tu eres mi respirar" - Blest