Enfrentando la ansiedad – Parte 1
por Pastor Marcos A. Colón
La preocupación, el temor, el afán y la ansiedad son sentimientos con los cuales cada ser humano se puede relacionar. ¿Quien no ha sentido estas emociones? En ocasiones pueden hacer que pierdas la paz, la esperanza, la fe, la motivación y la concentración.
La ansiedad es la reacción de nuestro ser ante necesidades no satisfechas y el enfrentamiento a situaciones de las cuales nos percibimos a nosotros mismos desarmados y sin los recursos ni las herramientas para enfrentarlas. De alguna manera particular nuestro cuerpo, alma y espíritu buscan reaccionar a las dificultades e incomodidades de la vida. Por lo general el sentimiento de ansiedad es una respuesta normal y totalmente humana, no obstante en ocasiones puede llegar al extremo de ser un desorden patológico que requiere tratamiento de parte de profesionales de la salud. Adicional a los sentimientos de aislamiento, preocupación, impotencia y temor el desorden de ansiedad puede causar síntomas físicos, conocidos como ataques de ansiedad o de pánico. Estos síntomas pueden ir desde palpitaciones, nauseas, dolor de pecho, dolor de estomago, dolor de cabeza y dificultad para respirar.
La buena noticia es que sea que usted experimente ansiedad como una respuesta humana normal o sea que experimente el desorden patológico de ansiedad, Dios en su Palabra ofrece la solución para superarlo. Dios pone en tus manos las herramientas necesarias para no permitir que la ansiedad y el temor detenga el desarrollo de tu potencial. Dios tiene un propósito con tu vida y está comprometido con que se cumpla.
Es totalmente humano y normal que sientas miedo, preocupación, angustia y depresión. No obstante no tienes que cometer el error de permitir que esas emociones te dominen. Si no los haz hecho el primer paso es entregarle tu vida a Jesucristo. Si ya lo hiciste entonces debes comenzar a reconocer y confesar que Dios ha depositado en ti un espíritu diferente.
2Ti 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio (de disciplina). (NBLH)
Tienes que comenzar grabando esa Palabra dentro de tu ser y cada vez que enfrentes una dificultad repetirla. Se trata de reconocer que todo comienza dentro de ti. Lo que habita dentro de ti es un espíritu de poder, amor y dominio propio. Es el poder de Dios mismo manifiesto en tu vida. La adversidad continuará tocando a tu puerta, pero queda de tu parte activar el poder de ese espíritu que Dios ha depositado en ti.
Imagina a dos personas con los mismos recursos y capacidades. Ambas confrontan exactamente el mismo problema, pero una de ellas logra superar la situación y la otra no. Seguramente haz visto esto en la vida real en varias ocasiones. Es claro que la diferencia no fue que una de las dos tuvo un problema más grande que la otra. La diferencia es como cada persona afronta la situación. La decisión esta en tus manos, o te lamentas y sigues ansioso, o pones en acción el poder y la autoridad que tienes en tu espíritu.
Reconocer la fuerza espiritual que Dios ha puesto en ti es el primer paso para enfrentar la ansiedad. Dios no quiere que te venza el miedo. En la segunda parte de este artículo se expondrán varios consejos bíblicos para enfrentar efectivamente la ansiedad.
Este estudio contiene 3 partes para acceder utilice los siguientes enlaces
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Pastor Marcos A. Colón
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